Existe una vida aparte para algunas personas que comparten una pasión y le dedican tiempo, esfuerzo y, sobre todo, mucho dinero.
Es un mundo que se mueve mayormente de noche, en lugares apartados de las casas y vidas comunes, donde el silencio de la noche se rompe con el fuerte sonido de motores y neumáticos que chirrían. Aunque también, casi como una familia, se vive en las tardes de domingo en algún lugar de la ciudad.
Son grupos de personas que tienen motivos tan diversos para hacer lo que hacen que casi no importa cuál sea; solo importa el hecho de estar ahí y disfrutarlo, escapando totalmente de cualquier rutina o estilo de vida cotidiana, olvidando los problemas, riendo, relajándose y, sobre todo, viviendo.
Es un mundo hermoso al que no todos tienen acceso, donde poco importa de dónde vienes o cómo te ganas la vida. En ese momento, solo importa lo que puedes hacer con tu auto; solo importa desafiarse a uno mismo para superar sus propios límites y aprender cada vez más que el esfuerzo y la dedicación se transformarán en resultados visibles, reconocidos y respetados. Es, al fin de todo, una enseñanza de vida donde conoces otras formas de hacer las cosas y aprendes que solo eres tú y el camino; tú decides cómo lo conduces y qué tan rápido lo haces.
Todo esto ha sido vivido detrás del volante de mi propio sueño cumplido y observado a través de mi cámara.
Muchas gracias por llegar hasta aquí, espero que hayas disfrutado de mi visión del mundo.