El Corolla TE71 es un auto que ha servido de plataforma para pilotos principiantes. Es un vehículo liviano y sí, por ser un Toyota, tiene un espíritu de pura sangre.
Joseth lo eligió como su proyecto y todo lo que pueden ver en modificaciones lo ha hecho él mismo, con sus propias manos.
Reparando aerovanes en el aeródromo de Tobalaba se gestaron los conocimientos en fibra de vidrio y otros materiales. El Corolla luce orgulloso algunas piezas de manufactura de su propio dueño.
Un lip frontal y alerón fabricados desde cero, trabajo de carrocería y pintura, tablero interior, aligeramiento posterior, ventanas de policarbonato y por supuesto, la mecánica que lo hace lucir en las calles capitalinas.
Entre aviones y hangares, el TE71 vive tranquilo. El camino ha sido largo y no ha terminado, pero cada minuto de trabajo en él ha demostrado la pasión y dedicación de Joseth.
Cuando se habla de proyectos tan íntimos como éste, siento un orgullo ajeno. Construir con tus propias manos el auto que conduces es un sueño que no veré cumplido, pero de igual forma, tener la posibilidad de retratar y contar estas historias me llena de alegría. Hablar de la pasión y dedicación que conlleva hacer esto es realmente interesante e inspirador.
Me encantaría ver y conocer muchos más proyectos, fotografiarlos y contar sus historias, dejar un registro en el tiempo y recuerdos de alegría y motivación para quienes vienen en el mismo camino, un legado no solo visual sino también cultural.