Es así como José Mansilla, en busca de su tan ansiado auto japonés, adquirió en una subasta en Japón su amado 350Z, una decisión un tanto inusual si consideramos que la plataforma Z se comercializaba oficialmente en nuestro país y además teníamos un mercado automotriz mucho más cercano en Estados Unidos. Parecería ilógico comprar uno directamente en Japón con todos los gastos que ello conlleva. Pero José buscaba algo diferente: el legado japonés en sus autos es único, el cuidado, el cariño y la dedicación a veces parecen ser incomparables. En ese sentido, José Mansilla buscaba una plataforma con un poco más de rendimiento, y el auto elegido ya contaba con algunos avances realizados por su único dueño hasta ese momento.
Cambios como la suspensión HKS, frenos brembo y capot de fibra de carbono hacen del Z33 una excelente plataforma para el inicio de un gran proyecto.
Una vez en Chile el proceso ha sido largo, cerca de 6 años de conseguir piezas, darle los detalles adecuados y preparar lo que hoy es uno de los Z33 más bellos de nuestro país.
Los detalles en fibra de carbono, desde el interior hasta el exterior, solo suman de forma positiva a una puesta en escena deportiva y orientada hacia el mundo del motorsport. Recordemos también que, para los autos japoneses en nuestro país, debemos cambiar la posición de manejo de la derecha hacia la izquierda, lo cual se vuelve un trabajo realmente importante. Hoy en día, estos autos son verdaderas obras de arte, donde jamás pensarías que alguna vez el volante estuvo en el lado derecho.
Jose ha invertido mucho tiempo, esfuerzo, dedicación y atención al detalle a este hermoso Z, un auto lleno de detalles interesantes y que en su totalidad logran un look increíble.
Uno de los detalles más interesantes de este auto es la utilización de un símbolo japonés en Kanji, el cual evoca la perseverancia. Aunque es un gesto elegante, representa todo el esfuerzo y sacrificio que hay detrás de cada proyecto. Nos recuerda que los sueños se persiguen y que es posible verlos cumplidos. Como si fuera poco, una pequeña firma combina perfectamente con la paleta cromática del Z. Esta firma es la propia firma de José, simbolizando su propio legado sobre esta plataforma, honrando su trabajo e historia con él, escribiendo su propia leyenda y convirtiendo a este 350Z Z33 en un auto único en el mundo.
Nuestro encuentro fotográfico comenzó temprano y a medida que la tarde avanzaba, las postales que nos entrega Santiago nos iban envolviendo junto al llamativo Z. Más que una sesión fotográfica, el paseo dominical se transformó en una salida entre amigos; las personas volteaban a ver el auto y los automovilistas se quedaban mirándolo en la autopista.
El Z33 de José pertenece a la primera generación vendida en Japón, en el año 2002, y no fue hasta el 2018 que llegó a sus manos. Desde entonces hasta la actualidad, el proceso ha tenido altibajos; muchas emociones han fluído a través de los años y aunque hoy día podemos ver un magnífico resultado, no significa que se haya detenido aún.
Su sonido se propaga por el túnel mientras cambiamos de locación buscando una puesta de sol que muestre de mejor manera las formas elegantes que nos entrega el diseño de Ajay Panchal.
Pareciera pintura automotriz, pero en realidad es el arte de White Garage, responsables de hacer lucir con la técnica del wrap autos como si hubieran salido de fábrica recién pintados.
Las llantas Volk Rayz SF Winning aro 19 que acompañan todo el conjunto son simplemente perfectas, dando un estilo único al 350Z.
Seguimos rodando para un nuevo cambio de locación y más fotos.
El día se acaba y mi experiencia conociendo este proyecto y a su creador también. Como siempre, es un enorme gusto para mí poder conocer y dar a conocer estos tremendos proyectos automotrices, sus dueños e historias, que además son tremendamente inspiradoras para muchos que hoy en día persiguen conseguir resultados tan emocionantes como el 350Z de José.
Gracias a José Mansilla por la oportunidad y felicidades por su amado Z. Espero ver muchos más proyectos rodando por nuestras calles y llenando nuestros corazones.
Gracias por llegar hasta aquí. Saludos.