El drift en Chile está en pleno auge y desde hace mucho tiempo ha experimentado un ferviente crecimiento. Fue así como Drift Sudamérica, una competencia internacional en nuestra región, eligió a nuestro país como destino y a nuestros pilotos como competidores.
Cada auto en la pista es un reflejo del esfuerzo y dedicación por parte de los propios dueños y pilotos. El drift chileno es una disciplina que requiere un tremendo trabajo y esfuerzo detrás. Participar fecha a fecha es un desafío y qué bello es verlos a todos ellos girando en la pista, deslizando sus autos y poniendo a prueba sus capacidades.
La competencia fue reñida, con la participación de pilotos extranjeros que debían adaptarse al trazado y los nuestros que debían esforzarse en sus autos y habilidades para escalar en la clasificación y sumar los puntos necesarios para aspirar al podio en Drift Sudamérica.
Nuestros pilotos vinieron de todas partes, desde el norte y el sur de Chile, viajaron para brindarnos la mejor exhibición de nivel nacional. Junto a los locales, el espectáculo estaba asegurado.
No puedo dejar de mencionar al tremendo Jorge Rodríguez, junto a Gazy Gazales, quienes desde el sur de nuestro país trajeron sus autos y su enorme entusiasmo por vivir algo grande, ¡y así fue!
José Carrasco, Alejandro Klagges, Franklin Reyes, Víctor Abarca, Lalo Garay y muchos otros fueron y son los artistas del volante.
El día terminó con un chileno en el primer lugar, con amigos y sonrisas por todas partes. Después de la competencia, unos hermosos minutos de pista libre para liberar emociones y desgastar los últimos neumáticos del día, simplemente espectacular.
Para mí, Drift Sudamérica fue todo un éxito: una fecha impecable, un día hermoso, muchísimos autos en pista y lo mejor, muchos amigos compartiendo.
Lamentablemente, en estas fotografías está el último registro que tengo de uno de estos héroes al volante. La historia en los años venideros cambiaría para varios; son cosas que solo el universo sabe y no puedo más que agradecer cada minuto de aquel día.
Espero, querido amigo, que estés donde estés, aún sigas pisando ese auto a fondo, ¡jaja!
Saludos a Jorge Rodríguez, Q.E.P.D.